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Bitacora de Aventuras


Dec 27, 2019

Te saluda Natalita, y por ahí anda mi duende Augusto, que no se si lo oyes todo emocionado. Él es el más fiel compañero que existe, ¿y sabes qué? ¡A ti también te acompaña uno, aunque todavía no lo conozcas! Soy una niña eterna que ayuda a otros a recordar La Gran Ciencia del Balance, contando historias de nuestras aventuras por La Princesa. Junto con Augusto, y muchos otros guías, imparto sesiones de sanación cuántica a todos esos niños eternos que están dispuestos a sanar, reprogramando sus creencias, pero de todo eso te cuento en las notas del programa. Mientras tanto, te dejo con una de las versiones de mi misma, que cuentan historias de colores, según quien decida contar la historia del día.

 

Bitácora de aventuras, edición el progreso:

 

       Cuando empecé a trabajar en el Café un día le enseñé, orgullosa, un patrón que se formaba dentro de la caja de sorbetos a Ema, el más hermoso. Él, no solo me miró raro, sino que se encargó de armar un chiste para vacilarme con los demás compañeros que duró varias semanas. Me dio más risa que molestia, al final, yo sé que ese tipo de observación y búsqueda de patrones no era su principal interés en la vida, a él le gustaba el baloncesto, y hablar de Kobe Bryant, entre otras cosas. Por mucho tiempo, lo seguí de largo cuando hablaba de baloncesto, y no le mostré más patrones, porque decidí meternos a cada uno dentro de un cajón, al parecer, mi entendimiento en ese momento de la vida era que había gente intelectual que hablaba de patrones y de la vida, y había gente que perdía su tiempo viendo y hablando de baloncesto y no merecían el mío. Que "huelebicha" mano, a veces me miro a mi misma y me doy cuenta de las ocasiones en las que la arrogancia me ha hecho perderme de oportunidades de aprender. Con los años, casi sin darnos cuenta, y sin discutirlo nunca, empezamos a tener intercambios en conversaciones inesperados. Un día, hablando sobre el curso de italiano que cogí en la universidad, Ema me dijo que Kobe (su ídolo) sabía italiano.  Me hizo una mini biografía y me explicó que su papá jugaba en Italia y vivió allá, entre otras cosas que me parecieron super interesantes de este personaje que solo tildaba como un "tipo que juega cabrón y es lo único que hace" (la arrogancia otra vez). Después de eso nos sentábamos a hablar durante horas todas las noches, yo aprendiendo sobre "la vida diaria", como le llamamos desde entonces, cosas que van desde explicaciones de redes sociales hasta conversaciones que no debo tener en la calle porque las van a considerar extrañas y me van a mirar raro (no funcionó y las sigo teniendo, pero al menos desarrollé la habilidad de darme cuenta cuando lo hago, aunque a veces ya es muy tarde); y yo, contándole de artículos que había leído, sobre el baloncesto y otros temas del deporte puertorriqueño. ¡Que mucho sabe de boricuas destacados! Hablando de esto, mis hermanas acaban de preguntar por el dura challenge en nuestro chat, y exactamente a la misma vez un carro pasó con la canción por la calle; ayer la escuché por primera vez y los nenes del trabajo estuvieron super orgullosos de mi (ellos obviamente no fueron conmigo a Laser en el 2000 a bailar en la jaula a los 14 años jeje). Claro está, como no he visto a Ema hoy no sé lo que es el dura challenge, pero ya me orientará sobre la vida social y diaria, como siempre.  Volviendo a la historia, al parecer el intercambio se dio de ambas partes. Un tiempo después, pero antes de la conversación de italiano, Ema llegó un día corriendo a donde mi y me enseñó un patrón en los sorbetos, contento, claro, que lo hizo por el chiste, pero al menos me regaló ese placer de ver los sorbetos ordenados y brillando. Años más tarde, viajaría a México y visitaría Chichen Itzá y vendría emocionado contándome todo lo que aprendió sobre los cálculos astronómicos de los mayas, y esa misma temporada, terminaríamos compitiendo por el primer lugar en el Fantasy (de la NBA, eso es correcto). Me resulta increíble cómo crecimos y cambiamos, con pequeños pasitos a través de los años y casi sin darnos cuenta.

 

30 de enero de 2018

 

Dentro de dos semanas te cuento otra historia, mientras tanto, puedes conectar conmigo la próxima semana en Sanando con tu Duende, un espacio para la sanación cuántica. Un podcast en el que te cuento lo que me enseña mi duende Augusto a través de nuestras sesiones de sanación. Si me quieres ver antes, te espero el miércoles a las 12 PM hora de Puerto Rico, a través de nuestro canal de YouTube y en Instagram, en una sesión en vivo en la que podrás hacerle tus preguntas a Augusto, y de paso ir aprendiendo a conectar con tu duende. Sí, tienes un duende. Te recuerdo que junto con Augusto, y muchos otros guías, imparto sesiones de sanación cuántica a todos esos niños eternos que están dispuestos a sanar, reprogramando sus creencias. En las notas del programa te dejo todos los enlaces, para que puedas reservar tu sesión, y visitarnos en nuestros otros espacios. 

 

https://linktr.ee/natalita_

 

Nos veremos otro dia que no sea hoy. ¡A dormir!